Jaén, situada en el corazón de Andalucía, es una ciudad que sorprende por la riqueza y profundidad de su legado sefardí. Aunque muchas veces eclipsada por otras ciudades andaluzas, Jaén conserva una de las juderías más auténticas y mejor conservadas de la península, siendo un verdadero tesoro para los amantes de la historia y la cultura judía.
Un cruce de caminos y culturas
La presencia judía en Jaén se remonta al menos al siglo VII, aunque probablemente sea anterior. Su ubicación estratégica, puerta de entrada a Andalucía desde Levante y la meseta, favoreció el intercambio cultural entre judíos, cristianos, musulmanes, romanos y visigodos. Durante siglos, la judería de Jaén fue un espacio de convivencia y prosperidad, alcanzando su máximo esplendor en la Edad Media.
El barrio de Santa Cruz: corazón de la judería
La antigua judería de Jaén se localiza en el actual barrio de Santa Cruz, un entramado de callejuelas estrechas y empinadas que aún conservan el trazado medieval. Aquí llegaron a vivir más de 300 familias judías, formando una comunidad vibrante y autónoma, conocida como aljama, con sus propias normas, sinagoga, baños rituales (micvé), tabernas y comercios. Tras las persecuciones de 1391 y la implantación de la Inquisición en 1483, muchos judíos se vieron obligados a abandonar la ciudad o convertirse al cristianismo, aunque muchos siguieron practicando su fe en secreto.
Huellas sefardíes en el patrimonio de Jaén
Pasear por la judería de Jaén es descubrir vestigios de su pasado judío en cada rincón. Destacan lugares como el Monasterio de Santa Clara, donde estuvo la antigua sinagoga, y la Capilla de San Andrés, que conserva símbolos y elementos arquitectónicos que recuerdan su origen hebreo. En la plaza de los Huérfanos, una gran menorá homenajea a las familias sefardíes expulsadas en 1492. Los baños árabes del Palacio de Villardompardo, restaurados y visitables, evocan la vida cotidiana y el encuentro entre culturas en la ciudad.
Personajes ilustres y memoria viva
Jaén fue cuna de figuras universales como Hasday Ibn Shaprut, médico, diplomático y poeta que brilló en la corte de Al-Ándalus y es considerado uno de los grandes impulsores de la Edad de Oro de la cultura judía en España. La memoria sefardí sigue viva en la ciudad gracias a descendientes y visitantes que buscan sus raíces, así como a la labor de recuperación y difusión del patrimonio judío local.
Gastronomía y tradiciones sefardíes
La herencia sefardí en Jaén también se saborea en su gastronomía. Platos elaborados con berenjenas, frutos secos, miel y especias evocan recetas ancestrales que aún pueden degustarse en restaurantes comprometidos con la recuperación de la cocina judía. La música, las fiestas y las costumbres sefardíes forman parte de la identidad cultural de la ciudad y se celebran en eventos y rutas temáticas.
Una visita imprescindible
Jaén es hoy miembro destacado de la Red de Juderías de España, Caminos de Sefarad, y apuesta por la puesta en valor de su legado judío. Recorrer sus calles, descubrir la historia de su judería y dejarse sorprender por sus monumentos y leyendas es una experiencia única para todo viajero que desee adentrarse en la historia viva de Sefarad.
Si buscas una ciudad auténtica, con un pasado fascinante y un presente orgulloso de su diversidad, Jaén es la pequeña gran ciudad Sefarad que debes conocer.